Jefa técnica de la unidad penal destacó el beneficio que entrega a los penados en
su proceso de reinserción social.
El trabajo conjunto entre Gendarmería, la Universidad de Valparaíso y el municipio
local permitió que 20 personas privadas de libertad del Centro de Cumplimiento
Penitenciario de San Felipe recibieran sus certificados que los acreditan como
agentes comunitarios de salud.
Esta es la cuarta versión del proyecto denominado “San Felipe trabaja por el
fortalecimiento de la promoción de la salud con las personas privadas de libertad”.
La iniciativa, impulsada por el Cesfam Segismundo Iturra Taito, se desarrolló
durante cuatro meses, periodo de tiempo en el que los reclusos asistieron a 31
sesiones impartidas por profesionales del área de la salud.
La jefa técnica de la unidad penal, Alejandra Herrera Herrera, sostuvo que “se les
enseña a los usuarios a abordar la salud de forma integral, desde la salud mental y
física. Complementa lo que nosotros no podemos incorporar dentro del proceso de
intervención psicosocial. Como vienen organismos externos, los va acercando más
a este espacio y a involucrarse con personas que están en el medio libre”.
Por su parte Francisco Pantoja, director del Campus San Felipe de la Universidad
de Valparaíso, expresó que “estas son tareas que hacen que uno se sienta
satisfecho por el trabajo que realiza la Universidad de Valparaíso y la
responsabilidad social que tiene con las comunidades del valle. Y ustedes (los
internos) también son parte de la comunidad”.
El proyecto, financiado a través del Programa de Fomento de la Participación Social
en la Atención Primaria de Salud del Ministerio de Salud, también contempló la
entrega de kits de aseo personal para cada uno de los internos y la adquisición de
implementos recreativos y mobiliario infantil para implementar un espacio para los
menores de edad durante las visitas a la población penal.
su proceso de reinserción social.
El trabajo conjunto entre Gendarmería, la Universidad de Valparaíso y el municipio
local permitió que 20 personas privadas de libertad del Centro de Cumplimiento
Penitenciario de San Felipe recibieran sus certificados que los acreditan como
agentes comunitarios de salud.
Esta es la cuarta versión del proyecto denominado “San Felipe trabaja por el
fortalecimiento de la promoción de la salud con las personas privadas de libertad”.
La iniciativa, impulsada por el Cesfam Segismundo Iturra Taito, se desarrolló
durante cuatro meses, periodo de tiempo en el que los reclusos asistieron a 31
sesiones impartidas por profesionales del área de la salud.
La jefa técnica de la unidad penal, Alejandra Herrera Herrera, sostuvo que “se les
enseña a los usuarios a abordar la salud de forma integral, desde la salud mental y
física. Complementa lo que nosotros no podemos incorporar dentro del proceso de
intervención psicosocial. Como vienen organismos externos, los va acercando más
a este espacio y a involucrarse con personas que están en el medio libre”.
Por su parte Francisco Pantoja, director del Campus San Felipe de la Universidad
de Valparaíso, expresó que “estas son tareas que hacen que uno se sienta
satisfecho por el trabajo que realiza la Universidad de Valparaíso y la
responsabilidad social que tiene con las comunidades del valle. Y ustedes (los
internos) también son parte de la comunidad”.
El proyecto, financiado a través del Programa de Fomento de la Participación Social
en la Atención Primaria de Salud del Ministerio de Salud, también contempló la
entrega de kits de aseo personal para cada uno de los internos y la adquisición de
implementos recreativos y mobiliario infantil para implementar un espacio para los
menores de edad durante las visitas a la población penal.
La ceremonia de certificación se llevó a cabo la pasada semana en la multicancha
de la unidad penal sanfelipeña. En la ocasión estuvieron presentes el jefe del
establecimiento, mayor Carlos Gallardo, la alcaldesa del municipio local, Carmen
Castillo, concejales y el personal que realizó el proyecto.